miércoles, 9 de diciembre de 2009
INTERNET
Viajemos en el tiempo a la década de los 50 y recordemos el escenario sociopolítico de aquel entonces: la URSS y los EE.UU.: enfrascados en la Guerra Fría, en la que cada uno buscaba lograr ventajas tecnológicas y militares antes que el otro.
Con estas bases, se llevo a cabo un proyecto de red de computadoras, que tomo el nombre de ARPAnet, y cuyo primer enlace se estableció el 21 de noviembre de 1969 entre la Universidad de California de Los Ángeles y la Universidad Stanford.
Internet pudo haberse limitado a la comunicación militar, y al principio fue así; pero, afortunadamente para muchos de nosotros, no por tanto tiempo.
Mas tarde se reprodujo en Inglaterra el modelo del Proyecto Gutenberg, cuando se creo la primera red internacional de paquetes conmutados IPSS que, para 1981, ya se había expandido por Europa, los EE.UU., Canadá, Hong Kong y Australia.
Desde luego, había mas sistemas de hipertexto funcionando en esa época, pero el sistema WWW presentaba algunas diferencias importantes, como el empleo exclusivo de enlaces unidireccionales, lo que significa que el usuario podía ligarse a la información sin necesidad de ninguna acción del dueño del recurso.
El punto es que un año después del lanzamiento de la primera versión del navegador Netscape, en 1994, Microsoft lanzo al mercado Internet Explorer, en la versión Windows 95.
Así, intentando salvar su primer navegador, Netscape desarrollo de Mozilla. América Online también colaboro en el desarrollo de Netscape y lanzo las versiones posteriores, basadas en el proyecto Mozilla.
Ciertamente, Internet marco el inicio de una nueva era, sin duda, ha contribuido bastante al mundo de las letras; nunca en la historia se ha leído y escrito tanto como en nuestros días. Decía Sócrates que escribir no permitía interactuar de inmediato con un interlocutor, por ello jamás escribió una letra.
CAPITUOLOS 22, 23 Y 24
Echó un vistazo a la atracción de la casa encantada y se fijó en una chica vestida de reina del baile muerta que esperaba a entrar. Charlotte observó cómo se dirigía a los demás de la cola, todos muy agarraditos y, por lo que se veía, interesados únicamente en arrastrar a la oscuridad a sus respectivas parejas.
En un extremo de la atestada estancia divisó a Damen. Los cielos se abrieron y un rayo de luz celestial le iluminó, al menos eso le pareció. Allí estaba sentado, tan fino y galante como una estrella de cine, en un esmoquin negro y blanco, igualito al de su salva pantallas. Hablaba con su amigo Max y la pareja de éste inclinado hacia ellos con suma elegancia, como el modelo de un anuncio arrancado del mismísimo Vogue británico. Ella se quedó allí plantada un buen rato, disfrutando de la vista.
Charlotte lanzó un grito apagado al percatarse de que la miraba a ella —¡podía verla!— y tragó saliva para humedecerse la garganta, que se le había quedado seca y contraída por los nervios. Le saludó ligeramente con la mano para hacerle saber que lo había visto.
Es más, todas las miradas se posaron en ella cuando entró, como una joven estrella de los años cuarenta, enfundada en el mismo vestido que Charlotte había entresacado del vestidor la noche que se conocieron —un vestido vintage de chiffon azul noche hasta algo más abajo de la rodilla cosido con cristales Swarovski—. Llevaba los labios pintados de un clásico rojo anaranjado mate y su pelo negro recogido en un delicado moño.
Damen y Scarlet se decantaron por hacer algo que les gustase a ambos y echaron a andar hacia la cabina del pinchadiscos. Embutidos en el reducido espacio, escogían discos y reían y pinchaban música a un tiempo. Lo estaban pasando de miedo escogiendo temas anticuados de la selección de vinilos, que luego mezclaban con lo último de lo último que almacenaba Scarlet en su iPod.
Ambas sonrieron y se separaron a toda prisa, Charlotte al mando del cuerpo bonitamente ataviado de Scarlet para buscar a Damen, y Scarlet para inspeccionar la casa encantada.
Charlotte se sentía como en una nube mientras se abría camino entre la abarrotada pista de baile y se reunía con Damen en la cabina del pinchadiscos. El estimulante frenesí que le producía el mero hecho de encontrarse allí, de ser la protagonista del momento más memorable de su vida —y ahora, de su muerte— era casi insoportable. Era la razón por la que había vivido y la única y sola razón por la que había muerto, y allí estaba, sucediendo ante sus ojos.
Mientras bailaban, pasaron junto a las Wendys, que acechaban como halcones desde el perímetro de la pista de baile. Las dos enviaron al instante sendos SMS con foto a Petula, para informarla y aun para irritarla de esa manera pasiva-agresiva que era especialidad de ellas. Petula esperaba delante de su ordenador, y al abrir sucesivamente cada mensaje y jpeg, su rabia rayó lo psicopático.
De pronto, Scarlet se percató de que el aire que exhalaban los chicos vivos por nariz y boca era perfectamente visible, como si estuvieran en pleno invierno. La casa encantada se sumió en un silencio atroz y un frío sepulcral lo invadió todo. Scarlet sintió que se le encogía el estómago al divisar una peculiar silueta trayecto adelante.
De forma simultánea, Scarlet regresó a su cuerpo, que despertó con una sacudida en el instante en que Damen le plantaba un beso, el beso. A Damen le gustó la sacudida, que interpretó como resultado de la electricidad entre ambos, y tiró de ella hacia sí. Confusa y desorientada por completo, Scarlet le devolvió el beso. Por un segundo, cuitas, temores y preocupaciones se desvanecieron por completo. Cuando sus labios se separaron, Scarlet apoyó la cabeza en el hombro de él.
Scarlet se abrió camino entre la muchedumbre, se escabulló en la casa encantada y llegó en el momento en que el enfrentamiento entre Charlotte y Prue ganaba intensidad. Damen aún estaba algunos metros más atrás, retenido por un tropel de chicos que le aconsejaban que saliera corriendo en dirección opuesta. Y momentáneamente perdió de vista a Scarlet en el maremágnum.
Presa del miedo pero incapaz de apartar la vista, Scarlet se dio cuenta de algo más. Ponerse laca de uñas negra, medias de rejilla y siniestra vestimenta vintage, escuchar a lúgubres grupos indie y leer poesía romántica eran cosas que a ella le encantaban. Era la forma que tenía de definirse a sí misma y aun una forma de manifestar que no era otra pija mujer robot de instituto esperando la invitación a una fiesta o el reconocimiento de un tío bueno. Para ellos, sin embargo, aquélla no era una forma de expresar su individualidad, de manifestar que no deseaban pasar por el aro: aquélla era su realidad.
La aceptación de Charlotte por parte de Prue tuvo un efecto calmante, casi narcotizante, en todo y todos. Los chicos muertos, encantados con la tregua entre Prue y Charlotte, se desvanecieron. Los chicos vivos recuperaron el conocimiento y abandonaron la atracción, sin saber muy bien si habían estado soñado o es que los habían drogado.
Mientras subía los escalones, Scarlet buscó desesperadamente a Charlotte hasta que de pronto la localizó entre bastidores. Corrió hasta ella y las dos se quedaron allí plantadas mirándose la una a la otra. Scarlet levantó de inmediato las manos, más que preparada y dispuesta a entregarse por última vez. Pero Charlotte no asió las manos de Scarlet como solía. Le dio un fuerte abrazo en su lugar.
En el mismo instante en que Scarlet iba a ser coronada, Petula apareció como de la nada con un enorme aerógrafo turbo para bronceado. Alzó la pistola y disparó el chorro de bronceador pulverizado hacia Scarlet.
Petula gritó con tantas ganas que se le erizaron todos los pelos del cuerpo, hasta los teñidos del labio. Un guarda de seguridad contratado por Hawthorne High reparó en su comportamiento irregular e intentó apresarla. Para su sorpresa, ella saltó a sus brazos nada más verlo.
Damen se quedó mirando a Scarlet con ojos inexpresivos durante unos instantes, y luego dio media vuelta y, en silencio, se acercó a Charlotte. Ella abatió la cabeza, desconociendo lo que podría venir a continuación. El se quedó allí plantado durante lo que pareció una eternidad, mirándola y nada más. Luego, con delicadeza, Damen movió la mano hacia la barbilla de ella, como para levantarla. Charlotte alzó la cabeza muy despacio hasta que sus ojos se encontraron con los de él.
Los chicos muertos, también presentes en la coronación, empezaron a volverse visibles de nuevo, aunque en esta ocasión lucían birretes y togas de graduación. Aparecían recobrados, hasta el sanguinolento collar negro «CC» Chanel de CoCo se había metamorfoseado en uno de oro nuevo y reluciente.
A Charlotte la embargó una sensación de calma, como si todo estuviera en su debido sitio. La sensación del deber cumplido y de que había llegado el momento de mover ficha. Aunque le dolía en el alma tener que separarse de Scarlet, no pudo evitar sonreír al contemplarlos a todos allí bailando juntos. Habían vuelto a dejarla fuera, justo como en el laboratorio de física, pero eso había dejado de tener importancia para ella.
Al instante, uno de los focos que iluminaban la pista de baile empezó a brillar con una intensidad cegadora. Era como si una estrella del cielo se hubiese colado por la ventana y brillara ahora en el interior del salón. Pero ésta no pertenecía a ningún proyector. Prue agarró a Pam de la mano e instintivamente se volvieron hacia la luz en exultante anticipación. Todos los chicos muertos se unieron a ellas en línea, cogidos de la mano.
Con Brain a la cabeza, uno a uno caminaron hacia la luz, siguiendo el orden de su llegada a la asignatura de Muertología. Prue la primera. Charlotte la última. Cuando llegó su turno, echó la vista atrás, satisfecha, se retiró el birrete y lo lanzó al aire, y muy despacio se desvaneció en la acogedora luminosidad.
Se había ido.
Mientras miraba hacia lo alto, Scarlet vio la sombra del gorro solitario de Charlotte, que volaba hasta el techo. Era una señal que le enviaba Charlotte, y supo enseguida cuál era su significado: que estaba en un lugar mejor. Las dos lo estaban.
OPINIÓN CRITICA O COMENTARIO: bueno a mi me parecio un libro muy interesante, por esto nos enseña que no debemos renunciar a nuestros sueños.
¿En que se parece o relaciona la lectura con tu vida cotidiana?
Pues que hay que luchar por lo que se quiere y ama en esta vida, no importa el precio simplemente que puedas lograrlo a base de esfuerzos y sacrificios, porque en esta vida hay pruebas muy dificiles pero todo se puede lograr siempre cuando asi lo desees y enfrentar los obstaculos a como de lugar, me parecio un libro muy interesante porque a muchos de nosotros nos ha pasado que nos hemos enamorado y queremos llamar la atencion para que el chico que nos gusta nos haga caso, y pues estubo muy padre me encanto....
CAPITULOS 19, 20, 21
Charlotte se levantó y se acercó al cartel del tour de Death Cab for Cutie que Scarlet tenía colgado en la pared. Tratando de sacar a Scarlet de sus casillas, deslizó los dedos por el filo, como si buscara hacerse un terrible corte con la hoja. A otros les hubiese costado seguir mirando, pero Scarlet no quería darle esa satisfacción.
A la mañana siguiente, Scarlet y Charlotte resolvieron poner en práctica su jueguecito en la piscina del colegio con tiempo, antes de que comenzaran las clases de Gimnasia. Las únicas luces que aparecían encendidas eran las que quedaban bajo el agua, de forma que los tímidos haces de luz se refractaban por el recinto de hormigón creando un marco de lo unís siniestro. Los vapores del cloro y el moho enrojecieron los ojos de Scarlet, aunque muy levemente.
Se sentó al lado de ella en la grada. La luz de la piscina despedía un resplandor sobrecogedor que los rodeaba como lava en la boca de un volcán. Las sombras de la ondulación del agua bailaban sobre el rostro de Scarlet hipnotizando a Damen, que se esforzaba por sacarse unas palabras de la cabeza y hacerlas brotar de su boca.
Ambos salieron disparados hacia el extremo opuesto ele la piscina, chapoteando con brazos y piernas. Él podía haber ganado fácilmente, pero no se trataba de eso. Charlotte nadaba con tanto empeño que aminoró, admirado por el espíritu competitivo y la determinación de ella, y ambos tocaron la pared al mismo tiempo.
Damen cerró los ojos. Scarlet le empujó juguetonamente contra la esquina y le plantó un potente beso en sus húmedos labios. Charlotte se acercó para besarle, pero la hermosura de sus rasgos la cogió desprevenida, y vaciló. Comenzó a besarle suavemente el cuello, ascendiendo despacio, provocándole, provocándose. Abrió los ojos para mirar sus labios antes de besarlos, pero le faltó poco para tragarse la lengua cuando vio a Prue flotando junto a la piscina.
El remolino aumentó su presión hasta que una ola se levantó sobre el bordillo, desbordó la piscina y fue a estrellarse contra el tabique que separaba la piscina del gimnasio. El torrente de agua hizo vibrar la pared, se filtró por debajo y entró en el gimnasio. Los chicos vivos que se encontraban en clase de Gimnasia repararon en la inminente inundación que avanzaba poco a poco hacia ellos y corrieron rumbo a las salidas.
Faltaba que el caos en el gimnasio llegara a oídos del director Styx, pero, entre tanto, éste afrontaba otro problema igualmente catastrófico: imponer un castigo a Petula por el incidente de Educación Vial.
Mientras él se aprestaba a evaluar los daños y un posible parte de heridos, Petula reparó repentinamente en Damen y Scarlet, que seguían abrazados, medio desnudos, si bien ya al menos fuera del agua.
Scarlet volvió la cabeza, incapaz de mirar a Charlotte a la cara, y siguió escurriendo su ropa. Al hacerlo, cayeron unas gotas ante el rostro de Charlotte, casi como si llorara, que era lo que más deseaba hacer en ese momento.
La lluvia inclemente atravesaba a Charlotte y se precipitaba al suelo mientras caminaba melancólicamente por la calle oscurecida lamentándose de su mala suerte. Deseó sentir la fría llovizna contra su cuerpo de nuevo, pero no podía. No era más que un recordatorio de que era tan hueca como la guitarra Ovation de Damen, y poco podía hacer ella ya para solucionarlo, ni ahora ni nunca. Nada podía tocarla, ni siquiera el chaparrón, pensó mientras vadeaba los charcos que se acumulaban. A decir verdad, Charlotte no tenía adonde ir, y no había dónde estar. No tenía hora de llegar a casa, ni nadie que la esperara despierto, ni aun necesidad de dormir.
El crepúsculo dio paso a la noche y la noche a la noche cerrada mientras ella proseguía sin rumbo por las gélidas calles bajo la atenta mirada de los gabletes que se alzaban majestuosos por doquier. De encontrarse solo en plena noche recorriendo penosamente oscuros callejones y bocacalles, otro no habría cesado de volver atrás la cabeza, pero lo único que podía temer Charlotte era la constatación de que sus sueños jamás se harían realidad.
Charlotte avanzó con sigilo hasta el pie de su ventana y lo vio allí, bañado por la luz de la luna, dormido en su cama doble. Podía ser que, como ella, necesitara aparcar los problemas, la confusión, y desconectar un rato. Una de las piernas le sobresalía de debajo de la sábana, una pierna desnuda, y podía entrever parte de sus boxers blancos bajo las sábanas verde militar.
Con el sol de la mañana llegaron los autobuses y los profesores y los estudiantes y las clases, y con el ruidoso ajetreo de los últimos rezagados, Charlotte despertó y cayó en la cuenta de que llegaba tarde a clase. Tenía el aspecto y la sensación de haber sido pisoteada por centenares de chicos vivos, como en efecto lo había sido. Se dirigió de inmediato al aula de Muertología, pero cuando llegó estaba vacía; todos se encontraban ya en el patio disfrutando del descanso, salvo Prue, a quien el profesor Brain había retenido.
Pareció que nadie reaccionaba igual al notición. Petula, que se encontraba en Expresión Oral leyendo ante toda la clase un artículo sobre «Cómo complacer a un hombre» sacado del último número de Cosmo, rebosaba de rencoroso placer ante la noticia.
El arreglo para vientos y timbales del Love Will Tear Us Apart de Joy División asaltó las clases de primera hora mientras la banda de música de Hawthorne High daba vueltas al edificio. Charlotte estaba muy por encima de todo ello, posada en una cornisa de piedra sobre la entrada. Al cabo de un rato divisó a Scarlet, que se aproximaba al edificio. Se apareció delante de ella y le dio un susto de muerte.
Lucinda, la profesora titular responsable del grupo de animadoras de Hawthorne High, se levantó inmediatamente para apoyar la propuesta de Scarlet. Era igualita que Dolly Parton, sin su talento, con una fabulosa pelambrera blanca, el rostro súper maquillado y unas larguísimas uñas pintadas de rojo chabacano.
Mientras todos aunaban esfuerzos con los preparativos para el baile en Hawthorne Manor, Petula y las Wendys aunaban los suyos para arruinarlo. Del dormitorio de Petula no brotaban maliciosos cotilleos. Estaban muy serias ellas, y era evidente que Petula empezaba a desquiciarse un tanto.
Scarlet decidió hacer otra intentona para investigar a Prue. Había llegado a la conclusión de que el saber es poder y quería estar preparada. Volvió a teclear «Prue», si bien en esta ocasión armada con la contraseña —«listoparaimprimir»— de su supervisor de prensa, el profesor Filosa, la cual había «obtenido» del cajón de su mesa.Esta panzada de autocompasión no era propia de Prue, pero estaba convencida de que con la nueva estrategia de celebrar el baile en la casa a fin de conservarla, y el asunto aquel del Beso de Medianoche, Charlotte los había arrastrado peligrosamente cerca del Olvido. Es más, se sentía por completo, o casi, incapaz de hacer nada para detenerlo.
CRITICA, OPINION O COMENTARIO: pues yo pienso que no hay que ser tan egoistas y compartir con otras personas, es mejor compartirlo que estar sola.
¿En que se parece o relaciona la lectura con tu vida cotidiana?
que no hay que pensar nada mas en nosotros mismos, hay que darle pauta a otras personas, todos tenemos las mismas capacidades y tambien podemos lograr todo lo que nos propongamos, cada dia mejorar siempre y cuando quieras hacerlo.
martes, 1 de diciembre de 2009
CAPUTILOS 16, 17 Y 18
Damen escarbó en el interior de su mochila y extrajo de debajo de su abrigo un CD pirateado de Green Day.
Ella abrió su taquilla, examinó detenidamente el portacedés personalizado que guardaba en la parte inferior y escogió uno para él.
Mientras se encontraban sumidos en su discusión musical, un reducido grupo de jugadores de fútbol se los quedaron mirando, y luego unas chicas se percataron de cómo éstos se fijaban en Scarlet.
No eran exactamente almas gemelas, pero no había duda de que cada vez se sentían más cómodos juntos. Scarlet resolvió dejarse llevar por la corriente, al menos hasta que ésta se precipitara en cascada al vacío. Se sacudió la ansiedad por el momento y aceptó reunirse con Damen algo más tarde para una sesión de tutoría. Sólo había un problema: no tenía ni idea de Física.
Ese mismo día, algo más tarde, Damen y Scarlet se encontraban en plena sesión de «tutoría» en la sala de música de Hawthorne, salvo que sus libros descansaban cerrados sobre el suelo mientras ellos intercambiaban frases a la guitarra. Levantaron la vista el tiempo suficiente para fijarse en que las chicas que se habían fijado en los jugadores de fútbol fijándose en Scarlet lucían ahora todas exactamente la misma camiseta de Suicide que ella, gracias a la tienda de camisetas indie que había pegada al instituto.
Scarlet salió del aula hacia la clase de Gimnasia recapacitando sobre si no estaría involucrándose demasiado. Decidió despejar la mente y disfrutar de esa pequeña pausa nada realista que consiste en dejarlo todo de lado para participar durante cuarenta y cinco minutos en un deporte de equipo obligatorio. Lo que más le fastidiaba era que la clase estuviera partida en dos, mitad principiantes y mitad veteranos; como si no fuera humillación bastante tener que cambiarte delante de los tuyos. Es más, con esa medida, el instituto estaba logrando introducir todo un nuevo nivel de humillación. Aunque ideada para salvar la brecha entre el cuerpo estudiantil, lo cierto era que sólo conseguía agravar el sentimiento de ineptitud terminal en lo que al cuerpo de los estudiantes se refería.
Petula no llevaba nada bien el salto a la fama de Scarlet en Hawthorne, pero se aferraba con rencor a la esperanza de que no fuera más que una moda pasajera y que la gente no tardaría en recuperar el sentido común. Ella había sido el modelo de belleza americana por excelencia durante los últimos cuatro años, y no iba a ceder su corona a nadie, menos aún a su hermana. Estaba acicalándose, como de costumbre, delante del espejito de su taquilla antes de ir a su siguiente clase, cuando apareció en el cristal el reflejo de un atleta ataviado con una nueva cazadora de fútbol de estilo gótico, toda negra con un círculo de halcones rojos a modo de logotipo. A continuación vio que se acercaban las Wendys. Tampoco ellas parecían haberse librado de la influencia de Scarlet.
En ese instante, Scarlet emergió del gimnasio y los vio discutir. Se escabulló a la vuelta de la esquina para poder observarlos sin ser vista. Petula prosiguió con su ultimátum, se arrancó la vieja cazadora del equipo de Damen y la arrojó contra él. A Damen la rabieta de Petula le resultó, por primera vez, más divertida que amenazadora. A Scarlet, que la conocía mejor, no.
En Hawthorne Manor ya corría la voz de que con Charlotte se podía contar cada vez menos. Para entonces era obvio que su obcecación y su absoluta incapacidad de renunciar a su «vida» habían hecho peligrar la misión de los chicos muertos. La casa estaba sobre el tajo y, que Prue supiera, también lo estaban sus cabezas.
Todos dejaron sus quehaceres cuando Charlotte entró en la habitación. En la clase de Muertología siempre hacía algo de frío, pero la fría espalda que ahora le ofrecieron los demás la dejó completamente helada.
A estas alturas, los demás se habían colocado a la espalda de Pam y escuchaban la conversación de brazos cruzados y con las cejas levantadas.
El dolor en la mirada de sus compañeros era evidente, pero Charlotte estaba decidida a exponer los argumentos, por duros que fueran, tanto para ella como para el resto.
La verdad atronó en los oídos de Charlotte. A Prue se le daba muy bien lo de estar muerta y controlaba a la perfección todas sus habilidades. No sufría ninguno de los conflictos internos que tenían a Charlotte estancada. Es más, Charlotte tenía la certeza, desde el instante en que la conoció, de que a Prue, de hecho, le gustaba estar muerta, si es que eso era realmente posible.
Aquella noche, la calle aparecía salpicada de charcos después de que un chaparrón de media tarde dejara su impronta en el exterior del Buzzard’s Bay Theatre. El reluciente asfalto negro era lo más parecido al charol que puede llegar a ser el asfalto, tanto que hasta podía leerse en él el turbio reflejo del rótulo «Death Cab» que ocupaba la marquesina de principios de siglo. Scarlet esperaba bajo la cubierta, ataviada con un minivestido vintage de color malva, sobre el que lucía un amplio jersey negro de lentejuelas, y sus botas moteras.
A ella le empezaba a reconcomer la culpa, pero no pensaba volver al lado de Charlotte arrastrándose como un gusano. Recogió el bolso de la mesa y, en ese instante, se percató de que en el interior el grupo tocaba I Will Follow You Into Ihe Dark, la canción que Damen había tocado con la guitarra.
El concierto pasó volando, mucho más aprisa que las dos horas que el grupo permaneció en el escenario; al menos eso le pareció a Scarlet.
La despedida fue breve y embarazosa, ninguno sabía si procedía un beso en la mejilla, un abrazo o un apretón de manos, y lo que debiera de haber sido un momento de ternura se transformó en una despedida de piedra-papel-tijera.
A la mañana siguiente, Scarlet se acercó a la taquilla de Damen para pegar en la puerta una nota de agradecimiento, pero se percató de que estaba abierta y decidió dejársela en el interior.
Pam observó desde lejos cómo Scarlet y Charlotte se reconciliaban y supo que Charlotte había vuelto a elegir a Scarlet antes que a ella, y a los vivos antes que a los muertos.
Era una tarde lúgubre y tormentosa y la sala de ensayos de la banda estaba preparada para el gran recital de otoño. Las gradas ocupaban todo lo largo y ancho de la sala, de modo que apenas quedaba espacio para pasar
Charlotte hacía lo posible para actuar con naturalidad, pero era evidente que ni siquiera sabía cómo coger una guitarra, y aún menos tocarla.
Se acercó más y la animó a que empezara. Sin saber muy bien qué hacer, ella echó mano del arco de un violín que había allí cerca y frotó las seis cuerdas como un dios virtuoso de la guitarra y el rock clásico.
Mientras Damen hojeaba por su cuenta la lección de Física, resultó evidente que ella le había impresionado.
Al día siguiente antes de clase, Charlotte introdujo a hurtadillas un pastelillo con carita sonriente en la taquilla de Damen. Cuando éste por fin la visitó y abrió la puerta, se quedó boquiabierto con el hallazgo del pastelillo, sólo que éste había sido «scarletizado» con un piercing facial, cuernos y una sonrisa malévola.
Damen volvió la cabeza y vio a Charlotte-convertida-en-Scarlet, que venía por el pasillo recién salida de su ritual de posesión matinal.
Opinión o critica: no hay que dejarnos llevar por las apariencias, y aceptar a las personas como son con sus defectos y virtudes, nosotros no somos quien para juzgar a los demás, y tratar a las personas aunque no nos caigan también, debemos darles oportunidad.
¿En que se parece o relaciona la lectura con tu vida cotidiana?
Esto lo vivimos dia con dia porque no hay personas, que no te juzguen por como eres, cada quien tiene su propia esencia y forma de ser y eso te hace ser una persona especial, unica e irrepetible, yo por acepto a las personas como son y aunque no me caigan tambien pues trato de sobrellevarlas, es parte de la tolerancia y respeto que tengas hacia los demás, pienso que eso te hace madurar como persona y ser mejor dia con dia.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
CAPUTLOS 12, 13, 14 y 15
A pesar de la segunda oportunidad que tan generosamente le proporcionaba Scarlet no estaba del todo convencida de su plan, al fin y al cabo, la posesión de Scarlet era el plan B.
Entre tanto, Scarlet también se divertía, tras atravesar el techo flotando y acceder con sorprendente facilidad al angosto espacio inmediatamente superior, vagó sin rumbo durante un rato hasta que escuchó retumbar la pedante voz de su arrogante profesor de Literatura en el aula de abajo.
A continuación, Scarlet atravesó una pared y se coló en la clase de Salud Personal contigua, donde dos cabezas de chorlito jugadores de fútbol, Bruce y Justin se burlaban de Minnie, una chica tímida e indefensa que se sentaba junto a ellos, Scarlet garabateó febrilmente una nota en un pedazo de papel y se lo embutió a Bruce en la mano, a todas luces a la vista de la profesora.
Era un día perfecto para el entrenamiento de fútbol; fresco y seco, el sol vespertino se preparaba para ocultarse, mientras los pitidos del entrenador cabalgaban sobre la brisa helada que soplaba contra los oídos de los jugadores y sembraba el campo de hojas carmesíes, había grupos de chicos por todas las esquinas del complejo haciendo ejercicios de calentamiento y estiramientos, e incluso había algunos casos perdidos que daban vueltas de castigo al campo en lugar de quedarse dentro.
Finalmente decidió dejar la manta como cayera, y resultó ser la decisión correcta, porque fue a posarse sobre un mar de legres flores silvestres que crecían a su antojo en la sombra, como una islita perfecta de lana y flores que aguardaba pacientemente a que una pareja naufragara en ella.
Concluidos los formalismos, Charlotte y Damen se pusieron a ello, por mucho que la impresionara Damen, Charlotte empezó la clase con soltura y seriedad, se jugaba el Baile de otoño, y no iba a dejar que nada se interpusiera entre ella y el premio, nada, ni siquiera sus sentimientos.
Las Wendys supervisaban las pruebas a animadora como autenticas funcionarias de prisiones, cotejando los nombres de la lista con carnes del instituto y comprobando que ninguna candidata llevara ni un mechón de sus melenas oxigenadas fuera de su sitio, atusaban u meneaban a todas las de la fila a fin de que estuvieran perfectamente presentables para cuando Petula les pasara revista.
La profesora abrió la ventana y llamó a los demás con un gesto de la mano para que acudieran a mirar, los profesores acudieron raudos, y finalmente Scarlet hizo tres cuartos de lo mismo.
El campo de fútbol era ya un hervidero de excitación y un pequeño grupo de estudiantes hacía corro para observar la piruetas ultramundanas de Scarlet, así de impresionantes eran, las demás animadoras, sintiéndose amenazadas, se agrupaban rápidamente para maquinar una respuesta.
Los chicos de gradas superiores y los que miraban mudos de asombro desde las ventanas de las clases se percataron de que Scarlet había grabado con fuego una hache de Hawthome High, en la hierba.
Charlotte llego temprano a la gran fiesta de pijamas S.P.A., intoxicada por la idea de que se la incluyera en la camarilla por primera vez, empezó a llamar al timbre de casa de Petula, pero después de pensarlo mejor procedió a atravesar la puerta sin mas, la cosa cada vez era mas fácil.
Prue abrió las puertas telequinésicamente y todos salieron en tropel de la habitación, se percato de que Charlotte no estaba presente.
Charlotte oyó el timbre y se precipitó escáleras abajo ya que Petula parecía no tener ninguna prisa en abrir, se deshizo en falsas sonrisas, justo igual que las Wendys, cuando abrió la puerta y las hizo pasar.
A su espalda, un enorme y viejo cartel de “Se vende” chirriaba mecido por el viento, Piccolo Pam se había encaramado a las ramas de un retorcido árbol seco y trataba desesperadamente de dar con alguna señal de Charlotte.
Bud, posicionado bajo el entarimado del suelo, había desplazado una de las vigas maestras, haciendo que la casa se inclinara levemente, ante el lento reptar de los muebles hacía ellos, resultó innegable que algo sobrenatural ocurría en la casa, pero la señorita Wacksel le restó importancia, tomándoselo a broma.
Recuperada de la conmoción, Prue se dio cuenta de que la situación era peor imaginable.
Horrorizada, Charlotte concentró toa su energía en la botella por si podía emplear la telequinesía para moverla y apuntara a Damen, para su sorpresa funcionó.
Charlotte cerró los ojos y se inclinó hacia delante al mismo tiempo que Damen, los demás observaron con la respiración contenida cómo los dos se acercan más y más en el centro del corro.
En su dormitorio, Scarlet se puso una bata china de seda con dragón, volvió la cabeza por si Charlotte andada cerca y encedió el ordenador, abrió el navegador y empezó a buscar obituarios locales.
Charlotte sufría en silencio, imaginándose con presición lo que Scarlet había visto en su ordenador, tenía carpetas y carpetas de jpegs de la cabeza de Damen que había reunido a lo largo de los últimos cursos.
A lo largo de su carrera, había visto suficientes técnicas audaces de copieteo como para llenar un libro, desde el viejo y sencillo recurso de mirar de reojo el examen de al lado a las más tecnológicamente avanzadas de la era digital; fotografías de exámenes vía móvil, lo había visto prácticamente todo, de modo que se cuido mucho de no perder la vista.
Deseosa de poder disfrutar de un día más normal (o tan normal como podía serlo para alguien como ella), Scarlet estaba en el pasillo sacando sus cosas de la taquilla cuando escucho un golpecito al otro lado de la puertecilla metálica.
Inmensos en aquel momento trascendental, no oyeron un coche detenerse ante la casa, ni la puerta de entrada al abrirse, ni a Petula jurando en arameo porque se había cancelado el entrenamiento sin previo aviso y por la perdida de precioso tiempo que ello suponía.
lunes, 16 de noviembre de 2009
CAPITULOS 9, 10 Y 11
Para Petula y las Wendys esta clase de autocrítica brutal y desvergonzada era más una afición que un juego, y no se sintieron apuradas en lo más mínimo cuando escucharon a sus espaldas un susurro en el retrete.
Charlotte echaba una última ojeada a la página sobre posesiones de su libro en el instante en que el triunvirato salió por la puerta del instituto.
Petula, harta de esperar a que González diera por concluida su conversación, decidió empezar sin él la clase de Educación Vial.
El coche volvió a zarandearse fuera de control y el movimiento arrojó a Charlotte contra el parabrisas, de cara Petula, que, como ella, tenía los ojos desorbitados de miedo.
Y es que Petula también iba vestida para el liderazgo jamás olvidaba enfundarse en su uniforme de animadora cuando acudía a Eduación Vial.
Mientras se precipitaban marcha atrás de regreso al instituto, la banda de música practicaba a la entrada su arreglo de The Beautiful People de Marilyn Manson, eso es, claro está, hasta que el coche atravesó a toda velocidad la verja metálica y cruzó chirriando el campo de prácticas, dispersó a la banda y se estampó contra el mástil de la bandera, dejando en la hierba la rodada más impresionante de la historia.
Mientras la abollada tuba se mecía sobre el capó y las chicas salían como podían, el sistema de megafonía del instituto.
Eo de prórroga paciencia con la chica nueva se agotaba, y Charlotte sabía que debía ponerse con el programa.
Mike, Jerry, Kim, Pam y los demás se miraron unos a otros y sacudieron la cabeza, las manos pegadas al costado, Charlotte ahora que lo pensaba, no lo había dedicado a su familia ni un solo pensamiento.
Tan pronto hizo Brian mención del eslabon más débil, los ojos de Charlotte escrutaron la clase entera por si detectaban a alguien acusándola en silencio.
Todos miraron los doce pasos como si estuvieran escritos en jeroglíficos, Charlotte simio una desazón similar a la que invade a uno cuando le entregan las preguntas de un control sorpresa de Trigonometría y en las únicas palabras que le resultan familiares son nombre y fecha.
Charlotte se mostró confundida a la vez que el profesor Brian empezaba a escribir en la pizarra como un poseso.
Charlotte, que no creía que hubiese llegado todavía el momentó de sincerase, se encajó su Muertario el brazo, dio media vuelta y salió de clase, con la expresión bien dispuesta resonando en su mente.
Mientras buscaban una sala de cierta, prosiguieron con su conversación, a los estudiantes con los que se cruzaron en el pasillo les pareció que Scarlet hablaba sola, como si a Scarlet le importara algo.
Ambas eran conscientes de que estaban a punto de algo que nadie había hecho antes. Pero las compuertas de la imaginación de Scarlet se abrieron de todas formas, no quería ni pensar en la posibilidad de quedar atrapada en otra dimensión, perdida para siempre.
Consciente de que en la poseción había sido un éxito, Charlotte respiró hondo y se palpó su nuevo cuerpo, Scarlet ascendió flotando hasta el techo, donde se demoró momentáneamente, miró hacía abajo y vio a Charlotte pasando las manos por todo su cuerpo.
Opinión, critica o comentario:
Pues ami me pareció una lectura bastante interesante porque si quieres algo hay que luchar hasta el final para estar ahi y poder lograr lo que te propongas.
¿EN QUE LO RELACIONO CON MI VIDA COTIDIANA?
no lo puedo relacionar con mi vida porque nunca me ha pasado algo similar como para hacer lo que hizo Charlotte.
domingo, 8 de noviembre de 2009
CAPITULOS 6, 7 Y 8
Scarlet continuó el acicalamiento, pelo incluido, y Charlotte disfrutó con cada una de sus atenciones.
Al doblar la esquina de la calle larga y solitaría, supo instantáneamente a qué casa dirigir sus pasos.
Antes de entrar, Charlotte paseó la mirada rápidamente por la estancia y divisó diseminados por toda la sala decenas de artefactos y reliquías proías de las hermandades.
Volvía a estar a solas, aunque no sola, esta vez, era mucho lo que tenía que asimilar, charlotte salió penosamente en busca de su dormitorio, sin la cháchara ni la compañera de habitación que había deseado.
Charlotte se llevó las manos a los ojos y se cerró los párpados, por si acaso, mientras la suave brisa otoñal que se colaba por la ventana hizo revolotear las hojas de su libro hasta la última página del capítulo; una que no había leído todavía.
martes, 3 de noviembre de 2009
TAREA DEL CAPITULO 3,4 Y 5
Parpadeó unas cuantas veces y se incorporó hasta quedar medio tumbada, con el cuerpo apoyado sobre los codos.
Por alguna razón, parecía conocer el camino a la extraña sala, a pesar de no haber estado allí antes. Se vio arrastrada hacia una puerta sin numerar situada al fondo del pasillo, abrió, y se encontró con una escalera que descendía hasta una zona del sótano, que más que asustarla la desoriento.
Un débil silbido sacó a Charlotte de su ensoñación. Soñaba como un solista de flauta ensayando en la sala de música. Charlotte miró a su alrededor incapaz de adivinar de dónde provenía el sonido.
Todo se le apareció bajo otra perspectiva, casí como la de una tercera persona, y pudo percatarse de detalles que antes le pasaron desapercibidos.
El eco de las palabras estás muertas retumbaba en su mente y sacudía su alma cuando salió despavorida de la sala y se precipitó escaleras arriba.
Recordó la estadística que sostiene que la mayoría de las personas sufren ataques de corazón en lunes, el primer día de la semana. Ella habia muerto el primer día de curso, cuando parecía que las cosas iban a empezar a salirle bien.
Charlotte corrió escaleras arriba gritando omo una posesa, abrió de golpe la puerta sin número, emergió como una exhalación en el corredor y se detuvo bruscamente al encontrarse con Pam justo delante. Por un monemto pensó que sí corría lo bastante rápido escaparía de la pesadilla que estaba viviendo, o no viviendo, como podía ser que fuera el caso.
Estos reconfortantes pensamientos duraron lo que tradó Charlotte en hechir de orgullo su perfecto plano. No era el duelo colectivo lo que había atraído a Petula y a las Wendys después de todo, sino las cámaras y libretas del cuerpo de reporteros del periódico del instituto, y la promesa de salir de clase.
Agotada la oportunidad con la prensa, y mientras los cámaras recogían el equipo y Petula dirigía a las Wendys al TiVo, el cual local de televisión por cable, Charlotte observó cómo los demás gandules se echaban las mochilas al hombro como paracaídas y chocaban las manos en el aire, señal inequívoca de que daban por concluido el día.
Era tanto lo que Charlotte todavía deseaba hacer, tanto lo que deseaba conseguir. Deseaba ver una nevada más, ver las mejillas rosadas de Damen tras un partido improvisado de fútbol después de clase, recibir otro boletin de calificaciones, pero claro, todos morimos con una lista de cosas pendientes, admiró, nunca se tiene bastante.
Pam se dirigió hacia la puerta, pero Charlotte estaba clavada en el sito, Contempló pasmada cómo Pam desaparecía gradualmente con el aura, cómo volvía la cabeza hacia Charlotte con una sonrisa compasiva justo antes de que la luz se la tragara por completo, dejando a Charlotte totalmente sola.
Naturalmente, el último fotorama constituiá la mayor y peor pérdida de todas: Damen.
El conjunto daba una insólita especie de sentido horrible a las cosas. Todos los desechos de la vida cotidiana que habían sido descartados parecáin encontrarse alli expuestos, por ponerlo con palabras bonitas, el lugar se describiría como atemporal, pero todos y todos podían ser descritos con mayos concreción como extemporáneos, dolorosa, obvia y totalmente extemporáneos.
Charlotte, paralizada, bajó la mirada hasta los pies de la chica para consultar su nombre en la etiqueta identificativa, donde pudo leer Prudence, sin embargo lo más notable era que sólo llevaba un zapato.
La cámara se acercó entonces a un manual de la Guía del Muerto Pefecto, cuya cubierta se abrió arrastrando con ella las primeras páginas.
Sonó el timbre, pero Charlotte no se movió de la silla. No sabía si al levantarse volvería a hacer el ridículo como cuando había sonado la alarma de incendios.
OPINIÓN O CRITICA
pues hay que vivir la vida con felicidad y aceptar las misiones que nos toca, y no lamentarse por un pasado que ya fue y vivir el presente el futuro solo dios sabe que nos depara y vivir la vida al maximo
¿EN QUE PARECE O EN QUE SE RELACIONA LA LECTURA CON TU VIDA?
pues muchas veces pensamos en que va a pasar mañana y por esos pequeños detalles ya no disfrutamos al máximo el día, por eso hay que vivir sólo el hoy y ya mañana dios dira que nos traira.
martes, 27 de octubre de 2009
TAREA DEL CAPITULO 1 Y 2
2. Autor: Tonya Hurley
3. Género literario: Drama
4. Contexto historico: Después del verano, cuando inician las clases
5. Contexto geográfico: En la escuela
6. Personajes principales: Charlotte -Petula -Damen -Wendy Anderson -Wendy Thomas
7. Personajes secundarios: Profr. Widget -Scarlet -Sam Wofe
8. Resumen:
martes, 8 de septiembre de 2009
TERCER TAREA 1ª6 INFORMATICA T.VESP
martes, 1 de septiembre de 2009
1ra TAREA INFO TV. CUENTO 1°6
domingo, 30 de agosto de 2009
SEGUNDA TAREA INFO T. VESPERTINO 1°6
Dos principios han coexistido con la humanidad en este tema. Uno es usar cosas para contar, ya sea los dedos, piedras, semillas, etc. El otro es colocar esos objetos en posiciones determinadas. Estos principios se reunieron en el ábaco, instrumento que sirve hasta el día de hoy, para realizar complejos cálculos aritméticos con enorme rapidez y precisión.
El Ábaco Quizá fue el primer dispositivo mecánico de contabilidad que existió. Se ha calculado que tuvo su origen hace al menos 5.000 años y su efectividad ha soportado la prueba del tiempo.
Desde que el hombre comenzó a acumular riquezas y se fue asociando con otros hombres, tuvo la necesidad de inventar un sistema para poder contar, y por esa época, hace unos miles de años, es por donde tenemos que comenzar a buscar los orígenes de la computadora, allá por el continente asiático en las llanuras del valle Tigris.
Esa necesidad de contar, que no es otra cosa que un término más sencillo y antiguo que computar, llevo al hombre a la creación del primer dispositivo mecánico conocido, diseñado por el hombre para ese fin, surgió la primera computadora el ABACO o SOROBAN.
El ábaco, en la forma en que se conoce actualmente fue inventado en China unos 2.500 años AC, más o menos al mismo tiempo que apareció el soroban, una versión japonesa del ábaco.
En general el ábaco, en diferentes versiones era conocido en todas las civilizaciones de la antigüedad. En China y Japón, su construcción era de alambres paralelos que contenían las cuentas encerrados en un marco, mientras en Roma y Grecia consistía en una tabla con surcos grabados.
A medida que fue avanzando la civilización, la sociedad fue tomando una forma más organizada y avanzada, los dispositivos para contar se desarrollaron, probablemente presionados por la necesidad, y en diferentes países fueron apareciendo nuevos e ingeniosos inventos cuyo destino era calcular.
Leonardo da Vinci (1452-1519). Trazó las ideas para una sumadora mecánica, había hecho anotaciones y diagramas sobre una máquina calculadora que mantenía una relación de 10:1 en cada una de sus ruedas registradoras de 13 dígitos.
John Napier (1550-1617). En el Siglo XVII en occidente se encontraba en uso la regla de cálculo, calculadora basada en el invento de Napier, Gunther y Bissaker. John Napier descubre la relación entre series aritméticas y geométricas, creando tablas que él llama logaritmos. Edmund Gunter se encarga de marcar los logaritmos de Napier en líneas. Bissaker por su parte coloca las líneas de Napier y Gunter sobre un pedazo de madera, creando de esta manera la regla de cálculo. Durante más de 200 años, la regla de cálculo es perfeccionada, convirtiéndose en una calculadora de bolsillo, extremadamente versátil. Por el año 1700 las calculadoras numéricas digitales, representadas por el ábaco y las calculadoras análogas representadas por la regla de cálculo, eran de uso común en toda Europa.
Blas Pascal (1623-1662). El honor de ser considerado como el "padre" de la computadora le correspondió al ilustre filósofo y científico francés quien siglo y medio después de Leonardo da Vinci inventó y construyó la primera máquina calculadora automática utilizable, precursora de las modernas computadoras. Entre otras muchas cosas, Pascal desarrolló la teoría de las probabilidades, piedra angular de las matemáticas modernas. La pascalina funciona en base al mismo principio del odómetro (cuenta kilómetros) de los automóviles, que dicho sea de paso, es el mismo principio en que se basan las calculadoras mecánicas antecesoras de las electrónicas, utilizadas no hace tanto tiempo. En un juego de ruedas, en las que cada una contiene los dígitos, cada vez que una rueda completa una vuelta, la rueda siguiente avanza un décimo de vuelta.
3.-¿De qué forma utilizas la información de manera cotidiana en tú vida?
Pues la uso para hacer mis tareas y para ampliar mi lenguaje
4.-¿De que te sirve procesar la información y da 3 ejemplos?
Al procesarla te consentras mas, aprendes mejor y amplias mas los horizontes de la vida.
5.-¿Consideras que estar bien informados mejora tu vida, si, no y porque?
si porque tienes confianza en desplazarte con las personas
6.-¿Cual consideras ha sido el mayor avance en la computación?
explorar el internet y obtener informacion de todo el mundo
domingo, 23 de agosto de 2009
CUARTA TAREA 1°6 INFOCOMPU 10/09/09
Temario
1.1 Las TICS y sus características
1.2 Información y comunicación
1.3 Informática
1.4 Computación
1.5 Hardware
1.6 Dispositivos de entrada
1.7 Dispositivos de Salida
1.8 Dispositivos de Entrada/Salida
1.9 Dispositivos de almacenamiento y sus capacidades
1.10 Software1.11 Clasificación del software
Preservar el Equipo de cómputo y lugar de trabajo
1.12 Acondicionamiento del Equipo de Computo
1.13 Ergonomía
1.14 Medidas de seguridad en el laboratorio de computo
1.15 Protección contra variaciones de corriente
1.16 Instalación del equipo de computo, impresora y regulador
1.17 Evitar desperdicios de insumos
Operaciones para el mantenimiento del Disco
1.18 Formato a discos flexibles
1.19 Desfragmentación del disco duro
1.20 Comprobar errores en el disco duro
Virus y Antivirus1.21 Definición y clasificación de virus
1.22 Escanear y Limpiar
1.23 Actualizar
Unidad II SISTEMA OPERATIVO GRÁFICO
Introducción y clasificación de los sistemas operativos
2.1 Definición del sistema Operativo Gráfico
2.2 Clasificación de los sistemas operativos
Entorno Gráfico del sistema2.3 Características del Sistema operativo
2.4 Elementos del Sistema operativo (Ventanas, escritorio)
2.5 Opciones de Inicio
Operaciones con ficheros y directorios
2.6 Concepto de Fichero2.7 Creación de Ficheros
2.8 Copiar, eliminar y renombrar ficheros
2.9 Concepto de directorio
2.10 Creación de directorios
2.11 Organización jerárquica en árbol
2.12 Copiar, eliminar y renombrar directorios
Unidad III CONFIGURACIÓN DEL AMBIENTE DE TRABAJO Y HARDWARE
3.1 Hora y Fecha
Propiedades de la pantalla
3.2 Ajuste de la resolución del monitor
3.3 Ajuste de Brillo
3.4 Contraste
3.5 Modos de Energía
3.6 Configuración de la pantalla
3.7 Papel Tapiz
3.8 Fondo de Escritorio
Aspectos de la configuración del Mouse
3.9 Velocidad
3.10 Puntero
3.11 Configuración de botones
3.12 Tipos de conexiones (Serial, din, usb, mini-din)
Aspectos de la configuración del teclado
3.13 Configuración regional del idioma
3.14 Velocidad
3.15 Tipo (Din, usb)
3.16 Clasificación y uso del teclado (numérico, alfanumérico, de función, caracteres especiales)
Aspectos de configuración de impresoras
3.17 Dar de alta impresora
3.18 Calidad de la impresión
3.19 Tamaño y tipo de papel
3.20 Orientación del papel
3.21 Color3.22 Intervalo de paginas
3.23 Número de copias
3.24 Estado de impresora
3.25 Imprimir
Unidad IV PROCESAMIENTO ELECTRONICO DE TEXTOS
Introducción al procesador electrónico de textos
4.1 Definición
4.2 Ventajas
4.3 Aplicaciones
4.4 Procesadores de texto más comunes
Elementos de la ventana del procesador electrónico de textos
4.5 Barra de titulo
4.6 Barra de menús
4.7 Barra Estándar
4.8 Barra de formato
4.9 Barra de estado
4.10 Área de trabajo
Elaboración de Documentos en el procesador electrónico de textos
4.11 Herramientas de edición (copiar, borrar, mover, hacer, deshacer)
4.12 Herramientas de revisión (Ortográficas, gramaticales, de idioma)
4.13 Cambiar formato de un texto
4.14 Aspectos del diseño de pagina (Tamaño, orientación, numeración, viñetas, márgenes y pies)
Tablas
4.15 Insertar tabla
4.16 Ajuste, combinar filas y columnas
4.17 Agregar y eliminar filas y columnas